Sonríe y deja caer sus penas,
juega a soñar un sueño de aguas bellas.
Queda su estela de luces áureas,
tibia como perlas.
Llora y flota su belleza,
corre y vuela o canta de tristeza.
Lamenta versos en penumbras,
cierra la ventana y queda a oscuras.
Tiñe de rojo sus poemas,
azules o grises tal vez antes fueran.
Sólo una gota más de sus ojos
y
su alma está ya en sosiego.
domingo, 14 de diciembre de 2008
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