lunes, 21 de abril de 2008

La caída del sol

Ya no quedan cajones donde meter a nuestros muertos.
Los vientos soplan fuerte, ya nada los detiene.
Danzan los astros moribundos sobre el pasto gris.
Se pierden los colores, se añejan los vinos añejados.
Se arma el rompecabezas que determinará el final del juego.
El pacto con el diablo ya no nos salva.
Llegó la hora de cumplirlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que catastrofico

Anónimo dijo...

Pasé ayer.. no te diste cuenta tan tarde! si... anduve visitando blogs de Ramos, por eso.

Que linda carrera la tuya...la cursaba mi ex... la hubiera seguido si podía cursarla en otro lugar qe no fuera Ciudad.