miércoles, 7 de noviembre de 2007

El fin del mundo de cualquier día de esos

Las gotas ya no sólo eran cristales que se desprendían del firmamento. Las calles, oscuras, comenzaban a derretirse formando lagos de desesperación. Las almas emprendían su desaparecer, subiéndose a los grandes carruajes que las transportaban hacia su ansiado palacio real. Algunos todavía luchaban con sus primitivos escudos. Otros, resignados, corrían con desolación. Las turbias aguas del horizonte se agitaban con furia, y los verdes caminos se hacían grises de tristeza.
Una vez más, el fin del mundo azotaba sin piedad.

1 comentario:

Lizard Queen dijo...

Una descripción casi apocalíptica del fin (teniendo en cuenta que apocalíptico significa nada más y nada menos que revelador)

Impresionante TODO tu espacio, no conozco esos textos-fragmentos, de donde los sacás?, son de tu autoría?

Un abrazo enorme y saludoors

LIZ!!

(morí con la foto de la luna =)