acariciar labios rojos,
lejanos
romper llantos a distancia
no hay concierto
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¿Es macabro creer, entonces, que un niño disfrute degollando insectos como el otoño lo hace con los árboles?
Lloraba penas
Las ratas están en mi habitación, puedo oírlas noche a noche.
No, no te subas al tiempo. Deja que tus manos suban al árbol ya, no habrás de esperar. No nazcas en ese mar de contenida distancia. Corta la soga y date a volar, voy a saberte conmigo cuando lo hagas, pequeña alondra de mar, solsticio fugaz.
Mil novecientos treinta
Han los cielos de mirarme cuando en rojo caigan las pesadas almas de mí en tierra firme. Saquearán mi ser y me veré perdido o me encontraré, y entre dos ventanas o montones de hilos colgando decidiré cómo abrir mi esencia a mi ser.
3 comentarios:
Hola pibe, me alegra que hayas largado todas las actividades artìsticas en las que te inmiscuias sin mucho exito, por ejemplo, este blog, y que por fin te pusieras a hacer algo realmente importante y necesario como trabajar y estudiar. Espero que no exista un rebrote de inspiraciòn de tu parte y te pongas a tocar la guitarrita como un energùmeno, bien sabès que la mùsica y la literatura no te van a llevar a ninguna parte.
El mundo real es asì pibe, mejor que lo sepas de joven, sino vas a ser un viejo de esos que tratan bien a los que atienden en los negocios, comprendes?
Yo tengo 18 años y soy "de esos viejos".
Qué triste.
Siempre hay concierto.
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