viernes, 28 de agosto de 2009

Este despertar de lo acabado, de la cumbre sin dedos de niños, plumas de recuerdos no escritos.

De la llegada de un extraño crepúsculo que sorprende al espectador, que no entiende, se hunde en pantanos de sangre de un extraño reloj que llora óxido de ratas.

.

perdido,

y tus aves cantan tu ausencia en el fin de la noche.

tus seres pequeños

alados y hermosos

brillan sin brillo

¿dónde está tu rubor?

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