sábado, 22 de marzo de 2008

Están

La pared estelar de las aves carroñas que habitan el mal,
o la frontera, la poderosa transformación.

Está la tormenta, inmaculada.
La sangre, el ruego, la mal hablada.

La carne, el odio, el cielo, el aura,
el espejo, la llama, la reina del viento.

Y vagan todos por doquier.
Despertando a las montañas.

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