jueves, 29 de mayo de 2008

Un día

La bestia, el asesino, el poderoso destructor.

El intolerante, el sacrílego, el odio en carne.
El grito, la furia, los miles de animales salvajes...

O la infancia, la ternura, el inocente.
La fraternidad y la luz que van de la mano, la calma.
El niño, el respetable, el tonto...

O el atormentado, el ensuciado, desdichado.
El que muere aplastado de risas macabras, lanzas que lo clavan.
Solo, náufrago, rendido, el humillado...

O el padre, castigo y compañía.
El lobo, el sabio, el falso guía.
La ayuda innecesaria, el corregidor...

O la madre, ausente, distante.
Amor en flor marchita, diosa del pasado.
La enseñanza eterna, la semilla sembrada incapaz de renacer...

O los miedos...

O el letargo...

O la inmensa alegría...

O el abismo en el alma...

O la droga incomplaciente...

O esos tres números...

O el complañir de cada día...

O el tullir de cada paso...

O las inseguridades...

O yo.

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